Friday, July 31, 2009

e s a q u e

Odio ser la invitada invisible. Esa que se sienta sola en la última mesa. La olvidada. La resentida. Esa que se acuerda del nombre de todos, pero de la que nadie sabe nada.


M*

Tuesday, July 28, 2009

s p e n d i n g s u m m e r d a y s









Huelo a verano, y a sol. A arena, de esa que se queda pegada en la piel o escondida en el fondo de algún bolso. A sandia, a helado de chocolate blanco con tropezones, de esos que compro con M*. A asfalto, a fresco, a viento con salitre que entra por las ventanas a primera hora de la mañana, a protector solar.
L*

Tuesday, July 14, 2009

u n d i a c o m o o t r o c u a l q u i e r a







6:30 Suena el despertador. Ducha rápida con agua fría. Bajo a desayunar. No queda zumo (ouch!!). Salgo a prisa y corriendo a M&S. Me timan, para no variar. Atravieso Derry St. Termino mi copioso desayuno. Marble Arch. Marylebone. West End. Empiezo a odia los zapatos. Oxford St. Me dirijo al Soho. Rebajas en Whistles. Visita express a Chinatown. Comida más express en St. James. Big Ben en el horizonte. Faltan 3 minutos para la 1. El sol pega con fuerza. ¿Quien ha dicho que en esta ciudad solo llueve? Milkbank. Tate Britain. Metro en Pimlico. No veo la hora de llegar. Subo 4 pisos andando. Descubro que el agua caliente está en el lado azul del grifo y la fría en el rojo. No lo entiendo, pero me da igual. Fresas. Nada que hacer. Metro hasta Wimbledon Park. Patos en el lago (Pensamiento: los animales en este pais son demasiado sociables). Hay gente jugando al tenis. Metro de nuevo. Cena. Suena el movil. Visita de rigor al Pub de la esquina. Hay criquet en la tele. Empieza a anochecer. Otros 4 pisos. Me quedo dormida al instante.
L*

Sunday, July 12, 2009

l o n d o n c a f e
















Por que no es bueno tomarse un cafe a las 11 de la noche, por que sabes que no vas a dormir, por que amanece a las 4 y media de la madrugada y no paras de dar vueltas en la cama, y te pones el antifaz, y se te cae, y odias el no tener cortinas, y la luz entra por el hueco de la venta con fuerza, y no dejas de pensar "por que no suenas ya, maldito despertador", por que no quieres mirar que hora es, y ya se escucha cantar a algunos pajaros... por que no sabes como hay alguien que lo pueda soportar, y escondes la cabeza bajo el edredon, por que aunque es verano tu duermes con edredon, si... por que cuando finalmente asomas la cabeza de entre la maraña de sabanas y agarras el reloj te das cuenta de que son poco mas de las 5, por que en cualquier otro lugar del planeta estarias plenamente dormida, y empiezas a maldecir el cafe, la hora en la que te sentastes en la terraza de ese pequeño bar y te enamorastes de las flores que reposaban en tarros de mermelada, y piensas que nunca mas vas a pasar una noche como esta ... por que te encanta el cafe, y hoy, a pesar de la larga y desvelada noche que has pasado decides volver alli y decir...

Hi, I want a Capuccino.
L*

Saturday, July 11, 2009

s u m m e r t i m e





El sol del norte es especial. Tanto, que viene y va cuando le apetece. Tanto, que a veces se hace derrogar meses (meses), para después aparecer fugaz durante unos instantes y volver a despedirse hasta la próxima, como si nada, como cuando visitas a esa vecina pesada por cortesía, no vaya a ser que se olvide de que existes (qué lástima!) y no te vuelva a llamar más a la puerta. El sol del norte es también un poco cobarde, porque nunca se atreve a aparecer del todo. Lo ves un poco a través de los cristales (una sonrisa enorme aparece entonces en tus labios mojados del baho de la espera en la ventana) y te decides (al fin!) por esos pantalones cortos un poco rotos, esas sandalias viejas que siempre recuperarás del cubo de la basura cuando tu madre las da por perdidas, esas gafas de las que quieres deshacerte desde hace años (en realidad son del verano pasado, pero una siempre se siente mejor pensando que son de hace décadas, no vaya a ser que caiga en la tentación de unas nuevas: así el golpe será más leve), esa camisa azul que tanto te gusta... Y esa piel blanca, casi transparente, que por fin estrenarás...

M*